-¿Qué? -Betto se disponía a irse, ya caminaba hacia la salida cuando Adrin decidió soltárselo. Se dio la vuelta, la miró como si estuviera loca, pero sabía bien lo que quería decir. Él sintió lo mismo.
-Eso. Y si quieres irte, no te culpo... es más, lo entiendo.
La cogió despacito por la cintura y la volvió a dar ese beso que tanto la enamoró la primera vez, y que a pesar de que habían pasado meses todavía la tenían hipnotizada.
(Luke si lees esto: si, he puesto Adrin.)
2 comentarios:
El momento en el que nos damos cuenta de muchas cosas siempre es... desconcertante.
Besos :)
El corazon muchas veces indica que lo que siente es real, y no solo una ilucion. Muy lindo tu blog! Te sigo, si? Besitos! :D
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